sábado, 22 de octubre de 2011

Ser o no ser, esa es la cuestión!!!!

Creo que desde que nací he querido ser vegetariana. Nunca, desde que tengo uso de razón, entendí porqué tenía que comerme un animal... no entraba dentro de mis parámetros de entender la vida que me tuviera que comer un cerdo, una vaca, un calamar... Me acuerdo de ser una mocosa de muy pocos años y preguntarle a mi madre con inocencia "Qué es eso negro que hay dentro de la gamba? Caca? Qué asco! Y ella contestarme: No hija esto es su columna vertebral!" Me quedó marcado... Por qué tenía yo que comerme a un animal y su su columna vertebral? Pasaron los años y a los 15 le dije a mi madre -la misma de lo de la gamba!- que quería ser vegetariana... Como ella lo asoció a "mi hija no quiere comer", me puso impedimentos tales como ponerme un trozo de tofu crudo y decirme que aquello iba a sustituir una hamburguesa... Evidentemente, fui incapaz de comerme el tofu crudo y ella tuvo la excusa perfecta para "hacerme ver" que ser vegetariana no era una opción que me fuera a gustar. Aún así, yo seguía con la idea en mi mente. A los 18 años me fui a estudiar a Barcelona, con todo lo positivo que conlleva ser tú la que lleva las riendas de tu vida y de tu comida. Dejé de comer carne y pescado... no lo compraba ni lo comía en ningún sitio, excepto cuando me tocaba ir los fines de semana a visitar la família. Recuerdo como si fuera ayer el día en el que en una comida en casa de mis padres mi madre me puso una pechuga de pollo y yo, con lágrimas en los ojos, le dije "Soy incapaz de comérmelo. Soy vegetariana, porque así lo siento y así lo vivo". Nunca más he vuelto a comer ni carne ni pescado. Tengo 29 años, soy feliz viviendo conforme a mis sentimientos y pensamientos, disfruto muuuchísimo con la comida, y no lo cambiaría por nada del mundo.  

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